ser contador en venezuela

Ser contador en Venezuela, por Miguel Mileo

“SER CONTADOR EN VENEZUELA ES PERTENECER A UNA SECTA”  POR: MIGUEL MILEO

Desconozco las realidades y entre telones de otros gremios profesionales en nuestro país y no soy quien para emitir un juicio certero al respecto, pero en lo que al Contador Público se refiere la situación actual desde un punto de vista técnico, económico y ético es verdaderamente crítica, compleja y hasta donde alcanza mi experiencia inédita.

El Contador Público representa una especie de talismán con diferentes usos y resultados, desde profesionales convertidos en gestores hasta pomposos consultores externos, el ámbito de aplicación de nuestro oficio es cada vez mayor, más importante, más profundo y por sobre todas las cosas generador de responsabilidades que parecen ilimitadas en cada una de nuestras actuaciones.

¿SOMOS UNA SECTA?

Durante la semana santa pasada tuve el privilegio de hablar ante MIL CONTADORES en la ciudad de Valencia (Organizado por el CCP CARABOBO que es liderado por Luis Veloz), en ocasión del Decreto 2266 promulgado por el Presidente Maduro, en aquella oportunidad comenté a la audiencia que lejos de un gremio, reuníamos muchas características para ser considerados una secta, cuya doctrina principal es la afortunada capacidad de estar preparados para el frenético ritmo del acontecer nacional y para dar respuesta de forma sobrehumana a cuanto requerimiento y consultas efectúen nuestros distinguidos clientes.

Esta agotadora tarea se debe desarrollar además en un entorno nada favorable, el Contador Público venezolano pareciera ser uno de los músicos del naufragado TITANIC, conectado de forma incólume a su computadora mientras toda la tripulación corre despavorida para abandonar el barco lanzándose a las heladas aguas de la emigración.

Los demás, los que seguimos tocando el violín con el agua llegando a la cintura de forma sectaria, no disponemos de otra opción que mantener el mayor profesionalismo en términos técnicos y éticos, esperando evidentemente que la retribución monetaria sea acorde a todos nuestros esfuerzos y conocimientos, lo cual es cada vez más difícil  por las distorsiones económicas y sociales que enfrenta actualmente el mejor país del mundo (Venezuela).

¿CÓMO ESTAMOS EN LO TÉCNICO?

En Venezuela, el profesional de la contaduría pública es muy asiduo al adiestramiento y a la investigación, muchos  se dedican al análisis profundo de normas internacionales de información financiera, otros deben leer “libros rojos”, “libros verdes”, “nitas” y “enanitas” que dan mucho de que hablar en las agotadoras filas de visado, otros ostentan algún título de Magister y adicionalmente se encuentran certificados por la FCCPV, lo que genera que en ocasiones caminen sobre el agua, y también tenemos especialistas en Tributos que invierten mucho más tiempo en libros especiales de compra y venta que en una amena lectura sobre Paraísos Fiscales, perdiendo la posibilidad de  lucir elegantes cuando se hable de los “Panamá Papers”.

Todos, absolutamente todos tienen gran mérito, mantenerse actualizado en Venezuela es una tarea admirable, más cuando el día del examen del diplomado es miércoles y te toca ir primero a comprar pasta dental a FARMATODO porque tu cédula termina en cinco, no es en lo absoluto sencillo. Pero esa de ninguna manera es la parte más difícil, el profesional venezolano que busca mantenerse actualizado debe tolerar de forma estoica que su profesionalismo sea objetado por cuanto fulano aparezca.

Nuestro trabajo termina siendo objetado por distintos personajes, cierto promotor del Banco Mercantil pretende conocer más de Estados Financieros que el mismo CONTADOR, cierto funcionario del Servicio Nacional de Contrataciones (SNC)  conoce más de notas revelatorias que el CONTADOR CERTIFICADO en PYMES, y en asistencia al contribuyente (SENIAT) literalmente pasan coleto en ciertas ocasiones con el flamante contador especialista tributario y sus opiniones basadas en “jurisprudencia reiterada”.

“¿Cómo estamos en lo técnico?”…nosotros estamos sumamente bien, el detalle es que pareciera que el resto del país no entiende quienes son los especialistas en CONTABILIDAD  y las dificultades que se crean para esos especialistas cuando hay improvisaciones y desaciertos por parte de los entes reguladores del estado, de los banqueros y muchas veces hasta de nuestra propia clientela.

¿CÓMO ESTAMOS EN LO ECONÓMICO?

Aunque muchos puedan pensar que el Contador es la versión profesional del Rey Midas, la leyenda no es del todo cierta, inequívocamente disponemos de la capacidad de desarrollarnos en muchas actuaciones y de prestar diferentes tipos de servicio, el detalle es que en un país que coquetea con la hiperinflación, pueden entrar millones de bolívares a la cuenta bancaria pero los desembolso van a un ritmo que avasalla y golpea al profesional en libre ejercicio, sobre todo  al que se atreve a contratar trabajadores y de condenarse a múltiples desembolso fijos, como un arrendamiento de local.

El Contador en relación de dependencia se encuentra aún más golpeado por la situación país, haciendo malabares entre su empleo, alguna actuación adicional en libre ejercicio y el nuevo oficio de algunos dependientes, que se traduce en ser comisionistas de cuanta cosa ponga en venta un conocido,  ya sean cauchos, electrodomésticos, accesorios para celulares, cosméticos y todo aquello que se encuentre disponible para ser vendido, cambiando a ratos el código de cuentas contables por la página de MERCADO LIBRE y por los indeseables grupos de WhatsApp, en una onda de BACHAQUEO DIGITAL. ¿Es criticable esto?…No, yo lo llamaría supervivencia, que muchas veces el empleador tiene que tolerar a regaña dientes (Me incluyo), porque a pesar que el cuantioso aumento del bono de alimentación (Cesta Ticket Socialista) sea un golpe para las finanzas del empleador,  lo que se comenta en las colas de LOCATEL sobre ese aumento es muy parecido a un verso de la canción de Rosario que se deja leer así: “Agua y sal, como el agua del mar que se va entre mis dedos”

“¿Cómo estamos en lo ECONÓMICO?”…nuestra secta afronta las mismas dificultades que el resto del país, sin dejar a un lado la inmortal premisa que reza “CRISIS es igual a OPORTUNIDAD” y esperanzados en que todo aquel que trabaja con intangibles puede crecer progresivamente siempre que sea innovador y persistente, todos debemos reconocer que nuestra profesión es un carro de carreras, que bien pilotado puede ganar muchas carreras, el detalle es que no todos sabemos cómo llevarlo a 300 kph.

¿CÓMO ESTAMOS EN LO ÉTICO?

Para muchos el problema venezolano no radica tanto en lo económico sino en lo ético y moral, cuando trasladamos eso al ejercicio profesional quedan de manifiesto realidades muy tórridas que hoy no estoy dispuesto a guardarme, el Contador se encuentra en el núcleo de un sistema parcialmente corrompido y podrido, donde termina siendo muchas veces una oveja con aspecto de lobo,  en esa fruta parcialmente podrida algunos empleados bancarios le solicitan que adultere cifras reales, algunos contribuyentes quieren evadir sus cargas tributarias y al ser advertidos de las consecuencias afirman que para eso existen los sobornos que algunos funcionarios reciben, algunas empresas se constituyen con capital social inexistente y quien debe validarlo es un contador temeroso de las responsabilidades pero necesitado de honorarios, hay algunas empresas que envían a escritorios contables un par de documentos que claramente no son fidedignos pero mejoran la liquidez a la hora de pagar el IVA y sin que pese ni un miligramo el entuerto contable del asunto y la responsabilidad penal que eso conlleva.

Y es cuando algunos profesionales en libre ejercicio afirman quejumbrosamente: “Si no me manejo de esa forma tendré que dedicarme a vender HERBALIFE”, he sido testigo de ese tipo de argumentos en todas las regiones del país donde tengo el gusto de hacer mis presentaciones y para aquellos que esbozan ese criterio el sobrevivir como contador honesto y de principios significa ver cerrarse tantas puertas como un testigo de Jehová un Domingo, y termina uno pensando: “Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que el que un rico, su contador y el fiscal de hacienda entren en el reino de Dios”. Lamentable, pero en total sintonía con toda la carencia de civismo, ética y moral que se respira en muchos espacios de nuestro país.

Aunque siempre terminan reconociendo que también existen puertas doradas de gente que si aprecia trabajar con ética, el problema es que los que van en contra de estos principios hacen que la otra mitad se llene de podredumbre, estando siempre un Contador  en el medio, en el lugar equivocado y a la hora equivocada.

“¿Cómo estamos en lo Ético?”… perniciosamente mal, pero no importa porque quizás se decreta el 18 de abril como feriado y se arma un gran puente que nos haga olvidar lo demandante que es esta secta a la que pertenecemos y de la que yo particularmente me siento orgulloso de formar parte de manera integral e incondicional.

REFLEXIÓN

Como soy espantosamente optimista, sigo creyendo en que amanezca y nos demos cuenta que un mejor país no saldrá del pozo de los deseos ni de los balbuceos de un líder político, sino de un inesperado e indomable espíritu ético y nacionalista que nos conduzca al país que todos nos merecemos, al ejercicio profesional que todos soñamos y a la calidad de vida que ese país le debe ofrecer a sus intelectuales, porque estoy realmente aburrido de ver a muchos eruditos en la más indeseable pobreza, decidiendo en ese momento aciago  el abandono de todas sus credenciales para organizar cajas de cereal en cualquier Wallmart norteamericano, producto del afiebrado sueño americano.

Esa Venezuela solo la vamos a lograr siendo mejores de lo que hoy somos, ni más ni menos…

No hay PROFESIONALISMO sin CONOCIMIENTO.

MIGUEL MILEO