Vendedores de Humo
Vendedores de Humo:
Mi nombre es Ben Dodetodo, tengo 23 años y nací en el internet, en la ciudad de Instagram. Soy egresado de la Universidad de Instagram, cuento con un postgrado en Ciencias Ocultas, y un doctorado en Charlatanería. Además de eso, he realizado innumerables especialidades en el arte de vender humo, soy especialista en redes sociales, estudio en profundidad el marketing 10.0.1.9 y su incidencia en la cultura anglosajona residente en Venezuela. También, soy especialista en marcas personales y su comportamiento en la sociedad oculta y secreta venezolana. Por otro lado, trabajo con el Coaching sistémico, coaching con inteligencia emocional, coaching coercitivo, coaching PNL (programación neurolingüística) y coaching cognitivo. Ah, olvidé mencionar que también soy personal trainer.
Así mismo, soy conferencista internacional (nacional todavía no soy, pero me estoy preparando para ello). Al mismo tiempo, asesoro para América Latina y el mundo en el arte de vender chapuzas y brindar servicios estratégicos en modelos de negocios vanguardistas, con crecimiento sustentable en el tiempo pasado, presente y futuro. Soy el CEO del sofá de mi casa e incluso he tenido la fortuna de escribir varios libros, mis servicios son universales y mundiales. Aparte de todo, en mi tiempo libre soy chef internacional y asesor para la guía Michelin, soy barista de café guayoyo y crítico gourmet. Por otra parte, cuando me queda tiempo libre, soy asesor de negocios para el mismísimo presidente de los Estados Unidos.
¿Te suena conocido este perfil?
En estos tiempos tecnológicos, las redes sociales se han convertido en nuestra tarjeta de presentación y en nuestro currículum vitae, si anteriormente se mentía en el currículum hoy se miente descaradamente por las redes sociales. A mi juicio, unas de las ventajas de las redes sociales, es la facilidad que se tiene para interactuar entre personas de distintas culturas y distintas localidades. Si bien es cierto, sirven para conocer distintos tipos de profesionales, tener una visión global, en fin, son muchas las ventajas que tienes las redes sociales y sobre todo conocidas por cualquier mortal. Pero como todo en la vida, siempre hay unos cuantos que se hacen pasar por listos, y no se dan cuenta que terminan siendo unos tontos.
Con respecto a las tendencias en las redes sociales, las mismas establecen que “a mayor cantidad se seguidores, mayor será la credibilidad de ese profesional o persona”. He de confesar que yo fui una de esas personas que antes de contratar un servicio o una persona, me tomé la molestia de indagar en sus redes sociales, y dejé llevarme por esa tendencia absurda del número de seguidores. Como resultado de ello, me topé con cualquier cantidad de estafadores, vendedores de humo o artistas de medio pelo, como suelo llamar a aquellos que van de divos por las redes sociales.
Conviene subrayar, que no pretendo mal poner a las redes sociales, pero hoy se han convertido en una vitrina esencial para cualquier cantidad de canta mañanas: esos que se aprovechan del alcance de las plataformas digitales para ofrecer innumerables servicios inexistentes, solo por el afán absurdo de hacernos creer que tenemos algo más que ofrecer que la persona de al lado.
No es un secreto que las redes sociales están al alcance de cualquier mortal, y que existen cualquier cantidad de herramientas que nos permiten comprar seguidores a la carta, por lo que resulta sumamente fácil contar con un perfil bastante atractivo, si invertimos un poco de dinero para tener miles de seguidores. En Google encontramos millones de imágenes y memes que podemos utilizar para complementar nuestro perfil, de esa manera podemos hacer creer que somos lo que no somos, y que nunca llegaremos a ser. A este tipo de perfil en las redes sociales suelo definir como los vendedores de humo.
Después de los vendedores de humo, tenemos a los artistas de medio pelo, sí, son aquellos famosillos de pacotilla que tienen muchos seguidores en las redes sociales, y que también se les hace llamar influenciador: estos individuos, son los que buscan persuadirnos para comprar determinado producto. No tengo nada contra ellos, pero sí les pediría un poco de humildad y que por favor, vuelen de regreso al planeta tierra. Entiendo perfectamente que la naturaleza los haya premiado con unas características físicas que yo no tengo, o con el don de la palabra (locutores), pero ¡Por los clavos de Cristo! No se crean divos por tener determinado número de seguidores o por llegar a miles de personas.
Luego de los vendedores de humo o los artistas de medio pelo, encontramos a los profesionales que de verdad se parten el lomo todos días, aquellos que han pasado años estudiando y preparándose, los que en silencio asesoran y dejan que sus clientes sean los que hablen por ellos. Me refiero, a estos expertos que no necesitan tener millones de seguidores para hacernos creer lo buenos que son. Para todos ustedes, mis más sinceras palabras de apoyo, ya que son los que ayudarán a sacar a este país de las tinieblas.
Para finalizar, quiero aclarar que no tengo nada contra las redes sociales, inclusive puedo decir que soy un apasionado de ellas. Mi mensaje, va dirigido a la moda absurda y vacía que se ha implementado en Maracaibo sobre el número de seguidores, y cuanta quimera profesional nos encontramos en los perfiles. Definitivamente, para esto no han sido creadas las redes. Si quieres considerarte especialista en algo, te recomiendo que estudies mucho, le dediques tiempo aquello que te apasiona y solo de esa manera lograrás conseguir clientes fieles a tus servicios. Con la mentira no se llega a ninguna parte, intentar hacerte ver como lo que no eres no te garantiza el éxito, solo te garantiza fracaso tras fracaso.
MSc. Antonio Escalera Abadias